lunes, 30 de octubre de 2023

XI. Un pulso al fracaso de la casta de los intocables

En este frío día de finales de octubre me levanté con ganas de seguir con el blog que nuestro profesor Xoán nos ha encargado como tarea para la asignatura de  Procesos y contextos educativos. Hoy, como tema de discusión me he propuesto hacer un pequeño comentario del documental "Pulso al fracaso" del programa Documentos TV de 2010 que vimos en la clase, y ponerlo en relación con las funciones del docente indicadas en el artículo 91 de la LOMLOE. 

Como primera tarea, nombraré las doce mas una competencias clave que debería tener todo profesor según el criterio de dicha ley:

1- Programación y enseñanza de las áreas.

2- Evaluación del proceso de enseñanza/aprendizaje

3- Tutoría, dirección y orientación y apoyo a los alumnos.

4- Orientación educativa, académica y profesional.

5- Atención integral del alumnado

6- Promoción, organización y participación en actividades complementarias.

7- Contribución al clima de respeto y tolerancia.

8- Informar a las familias sobre los procesos de E/A (enseñanza, aprendizaje entiendo)

9- Coordinación de las actividades docentes, de gestión y dirección.

10- Participación en la actividad general del centro.

11- Participación en planes de evaluación.

12- Investigación, experimentación y mejora de la enseñanza.

13- "Los profesores realizarán estas funciones bajo el principio de colaboración y trabajo en equipo" (la más importante para Xoán, se encuentra como apéndice de las otras, es decir, no se declara formalmente como función, pero a efectos prácticos lo es)

El tema principal del documental es el fracaso y abandono escolar en un grupo de jóvenes que han terminado todos ellos en la fundación El Tomillo, un centro de enseñanza de "segundas oportunidades", es decir, aquel sitio a donde va a parar todo alumno etiquetado con "fracaso escolar" en su currículum académico.

Estos alumnos, la mayoría (si no todos) provienen de familias consideradas desestructuradas, a veces monoparentales y que frecuentemente asumen graves problemas económicos, laborales e incluso afectivos. Un grupo poblacional que supone cerca de una cuarta parte de todos los alumnos de la secundaria como se afirma en el video. Por tanto, hablamos de unos jóvenes con una gran cantidad de problemas en el que el fracaso académico es en última instancia, la pluma de la flecha, es decir, aquello que vemos a golpe de vista pero que esconde toda una casuística detrás, imperceptible muchas veces, invisible a simple vista.

Esta fundación se encuentra dirigida por Luis María López Aranguren, quien ya hacia la mitad del video desliza una diferencia crucial a mi entender, la que hay entre equidad e igualdad. Igualdad habitualmente se refiere a una comparativa, podríamos decir, de tipo aritmético en el que se entiende una proporción simétrica entre dos partes, sin embargo, cuando el director alude a la equidad como motor de su actuación está haciendo referencia a un tipo de igualdad de oportunidades que implica que a quien menos tiene de algo, hay que darle más. Es decir, a quién ha nacido o "se ha construido" con menos, es de justicia social otorgarle un plus que no recibirán otros a fin de que alcance las cotas que por natura o circunstancias no ha alcanzado.                       

Como vemos, es una igualdad más bien asimétrica donde entra el criterio particular y contextual en juego, la justicia social, que es el vector de la equidad en estos términos, aduce a una discriminación positiva en favor de quien socialmente se considera que ha recibido menos, un ejemplo sugerente de esto es la cuestión de la cuota femenina en puestos directivos o en política. 

Entendemos que los chic@s de El Tomillo son personas que por sus circunstancias (más que por su biología) no han conseguido integrarse como la sociedad espera en el sistema en el que vivimos, por lo tanto, es de justicia social refiere el director darles ese plus que les iguale al resto de la población, ¿cómo? con más paciencia, más recursos y más implicación, pero también motivándoles de otra manera distinta a la que hayan podido recibir en la ESO, tal vez, añadiéndole una cucharadita de pragmaticidad que les enfoque a un fin más visible, un trabajo por ejemplo.

En las funciones que recoge la LOMLOE y que hemos mencionado al comiendo de esta entrada, diría que en mi opinión es la 5ª, la que reza "Atención integral del alumnado" la que posiblemente tenga una relación más directa con el caso que nos atañe, el de los chic@s de El Tomillo, ¿por qué? Bueno, pues porque como bien nos dijo Xoán en clase, entendemos que con esta función la ley se refiere a que el docente ha de tener una comprensión holística del alumno, es decir, una comprensión de cómo el alumno no ya se encuentra constituido por su biología y capacidades innatas, sino qué contexto está construyendo a esa persona social, cultural y anímicamente. Porque son los contextos vitales los que esculpen los anhelos, las apetencias, las lógicas o los proyectos de las personas, unos contextos inherentes a cualquier ser humano que fijan los límites mentales y físicos de su actuación. 

En definitiva, pienso que el director del centro acierta cuando introduce la palabra "equidad" como punta de lanza de su praxis educativa, ya que solo mediante ella el "inadaptado" puede adaptarse a un entorno cultural específico. Mas aún a este, que exige el doble juego de la apariencia de profesionalidad para satisfacer las demandas del proceso de mercado al mismo tiempo que constriñe el universo patológico a su mínima expresión para que enrase en el molde.

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