¡Saludos!
Mi nombre es Iván y actualmente estoy cursando el máster de educación secundaria porque quiero ser profe de filosofía. Este último curso terminé el grado aunque a decir verdad, lo comencé mucho antes (allá por el 2012), sin embargo, una profunda desmotivación (esencialmente laboral) me llevó a abandonarlo al final del 2º curso y empecé un grado superior de dietética que llevaba tiempo queriendo hacer.
Más tarde la cosa fue que, me di cuenta que Valladolid no es una ciudad para dietistas (menos aún para filósofos) y aunque conseguí trabajar de ello en farmacias y herbolarios, pronto llegó el COVID que me devolvió a la realidad, una realidad profundamente compleja y precaria que muchos como yo han vivido y viven en la actualidad, la de la comida rápida. Y a pesar de que todos conocemos estudiantes que se han servido de ella por unos fines más nobles, otros la viven encadenados al yugo de la necesidad, la comodidad y la incapacidad para salir de la cueva.
Este sector, el del “fast-food”, supone la punta de lanza de la extrema tecnificación del sector servicios, y precisamente por este motivo, porque baila mejor que nadie en este carnaval veneciano que es la posmodernidad, encierra en su praxis el sometimiento del hombre a la técnica de la que ya nos advirtieron Heidegger y Gasset a comienzos del siglo XX. Un encierro que opaca la capacidad crítica de todo el que cae bajo su práctica durante el tiempo suficiente, condenándolo así a una estrecha y pragmática visión de la vida.
Tal vez esta no sea la presentación esperada y pro-positiva que alguien espera leer en un blog de educación de un aspirante a profesor de filosofía, pero creo que es necesario subrayar desde el comienzo las espinas que uno ha de deglutir para llegar a tocar la rosa que corona la cúspide.
Un saludo a tod@s,
Iván
Me parece realmente necesario acercar la filosofía a las aulas
ResponderEliminarA mí también desde luego, sin ella perdemos la perspectiva lejana de poder repensarlo todo desde su raíz, actualmente de forma especial con los retos que nos propone la bioética o la inteligencia artificial.
ResponderEliminarGracias por comentar Inma!
Te he seguido la pista desde tu comentario en el blog de María "Pensamiento Merytativo". Qué preguntas tan interesantes planteáis los filósofos. Gracias por recordarnos que no está de más ir a la raíz, cuestionar, ahondar. Ójala te pillen mis hijos como profe de filosofía. : )
ResponderEliminarMuchísimas gracias Gordocente!! Totalmente de acuerdo en que necesitamos ir a la raíz de todo, incluso de lo que no solemos cuestionarnos (que es lo más difícil de ver), primeramente porque da la visión de conjunto necesaria para opinar con más certeza, pero también para hacernos conscientes de que muchas cosas que parecen "naturales" no lo son y a menudo son establecidas por la cultura dominante como naturales... Un saludo y gracias por tu cariño!!
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ResponderEliminarMe encantó tu sinceridad. Eres una de las muchas personas que el sistema educativo y la sociedad no ha escuchado. Ojalá llegues a ser docente y puedas escuchar todas esas voces. ¡Eres ejemplo de superación!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu empatía Yaneth, precisamente una de mis principales metas cuando logre ser docente es tener esa empatía que tu misma tuviste conmigo ayer, conseguir conectar con los que se sientan en la última fila de la clase porque siempre son los más necesitados de ella.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Me ha parecido muy inspirador tu post.
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